La reforestación consiste en hacer de una área que ha sufrido degradación por actividades agrícolas, agropecuarias o de otro tipo, sea cubierta con vegetación con el objetivo de mejorar su estado ambiental.
En la mayoría de los casos, las plantas (árboles) que son colocadas en la área provienen de un vivero forestal que no es más que un lugar en donde se reproducen y cultivan arboles, por diferentes métodos, bajo condiciones controladas (luz, temperatura y humedad) para garantizar la sobrevivencia y buen desarrollo de las plantas.
Un error común es el "importar" plantas provenientes de otros lugares porque ya están listas para ser plantadas, ya sea que son de viveros de otras ciudades o que hayan sido colectadas en áreas con diferentes condiciones ambientales (obviamente adaptadas a las condiciones locales del lugar de procedencia), esto puede llevar a que algunos ejemplares se desarrollen inadecuadamente y hasta puede que mueran, generando perdidas económicas y de tiempo. En casos extremos, con la utilización de una especie exótica (que no es nativa), puede pasar que esta se adapte muy bien al área y que genere un desequilibrio cuando se reproduce con mayor velocidad que las especies nativas, convirtiéndose en una planta invasiva (plaga) que le roba el espacio a las plantas nativas pudiendo provocar la extinción local de especies nativas.