Se sabe que los ríos son un recurso natural muy importante porque ellos contienen una buena parte del agua dulce, contienen cantidades importantes de especies acuáticas, a demás de decorar el paisaje y transmitirnos tranquilidad cuando los observamos.
Normalmente se ven a los ríos como una unidad separada: El río es una cosa, el bosque es otra, el suelo es otra y de esa manera pareciera (incorrectamente) que cada parte de un bosque es independiente y no tiene nexo una con otra.
Al igual que los bosques, los rios forman parte de un gran sistema natural, de un habitat, de un ecosistema, y es por eso que de igual manera no se deben ver como un objeto aislado.
Un elemento importante para la protección de cursos de agua es la vegetación riparia, que no es más que el conjunto de plantas que se instalan en las orillas de los rios ejerciendo una función de protección:
- Protegen la erosión y sedimento del suelo: En mayor porcentaje los árboles y arbustos, al poseer raíces con mayor volumen, hacen que el suelo sea firme y que el agua -estancada o en corriente- no se lleve porciones de suelo. El agua con altas concentraciones de tierra es un problema para la mayoría de especies de agua dulce (en ríos) y dificulta la potabilización y aprovechamiento para consumo humano e industrial.
- Sirve como un filtro: Impide la contaminación del agua por el uso de productos químicos en las diferentes culturas agricolas, posibilitando la absorción de nitrógeno, fósforo, calcio y magnesio.
- Conservación de biodiversidad: Permite que los animales se movilicen a lo largo de cursos de agua y que a su vez obtengan alimento y abrigo, además del facil acceso a agua de buena calidad. Esto propicia un ambiente viable para su reproducción.
- Promueve el ciclo del agua - Carbono: Es obvio, entre más plantas hayan, mayor será la taza de absorción de agua y del proceso de fotosíntesis (producción de oxígeno). Las plantas también almacenan el carbono, lo que disminuye el efecto invernadero y el cambio climático.
Los mayores daños a las vegetaciones riparias son causadas por la deforestación con objetivos de construcción civil o por implantación de cultivos agrícolas. Las consecuencias son la contaminación del agua y los efectos (bastante conocidos) del cambio climático.
A partir de esto, es importante tener en cuenta que este tipo de vegetación debe ser cuidada. El agua es un recurso muy valioso para la sociedad y para la industria, y la perdida de su calidad afecta a muchos sectores. La preservación de estas áreas por medio de proyectos de forestación, educar a la sociedad para su cuido, promover las políticas ambientales e incentivar a las empresas a tomar un papel activo con la protección ambiental son acciones necesarias que garantizarán un buen estado, no solo de los cursos de agua, sino que también de ecosistemas completos.
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